Durante los últimos años ha crecido el uso de pozos profundos para satisfacer las necesidades de agua potable en diferentes comunidades y el abastecimiento hídrico en los cultivos agrícolas, ya que entrega grandes beneficios, especialmente en zonas con problemas de sequía.
Pese a que en Latinoamérica y el Caribe, alrededor de la mitad del agua subterránea extraída se use para riego, según datos de la CEPAL, existen falencias en el monitoreo y protección de su uso, generando una explotación masiva y la contaminación de estas fuentes. Por lo que se debe avanzar hacia una mejora en la toma de decisiones, en el monitoreo y la gestión de este recurso.
- Suministro de agua independiente: Un pozo te proporciona un suministro de agua independiente de la red pública, lo que significa que no estás sujeto a cortes de agua o a restricciones impuestas por proveedores de agua municipales.
- Ahorro en costos: A largo plazo, tener un pozo puede resultar en ahorros significativos en comparación con pagar por el agua suministrada por empresas de servicios públicos.
- Uso en actividades agrícolas o de jardinería: Si tienes un jardín grande, cultivos o ganado, un pozo puede proporcionar un suministro constante de agua para estas actividades, lo que te permite ahorrar en costos de riego.
- Reducción de la dependencia en recursos externos: Al tener tu propia fuente de agua, reduces tu dependencia de recursos externos y aumentas tu autosuficiencia, especialmente útil en áreas donde el suministro de agua puede ser inestable.
- Control sobre la calidad del agua: Con un pozo, tienes más control sobre la calidad del agua que consumes, ya que puedes monitorear y gestionar directamente la calidad del agua en tu propiedad.
Sin embargo, también hay consideraciones importantes a tener en cuenta al instalar un pozo, como los costos de perforación inicial, mantenimiento, pruebas de calidad del agua y cumplimiento de regulaciones locales. Además, debes asegurarte de que el pozo esté diseñado y construido adecuadamente para evitar problemas como la contaminación del agua subterránea.
